Si buscamos en internet, nos encontramos con varias clasificaciones de métodos de plegado de origami posibles. Aquí voy a mostrar la que nos muestra la Escuela Museo Origami Zaragoza -EMOZ-, en una de sus salas
Plegado Elemental
Utiliza un mínimo de recursos fléxicos, generalmente pliegues fijos, fáciles de realizar, de recordar y que se pueden completar en pocos minutos.
La sencillez va desde la ingenuidad de algunos modelos a la síntesis del rasgo expresivo.
En general puede realizarse con cualquier tipo de papel.
Los modelos elementales son los ideales para la iniciación, la enseñanza, el plegado rápido, la realización de modelos lúdicos y recreativos…
Consideramos la papiroflexia tradicional como el patrimonio origamístico que nos ha legado la humanidad anterior al siglo XXI.
No obstante, esta tendencia sigue y seguirá contando entre sus filas legiones de plegadores.
Plegado Esencial
“El plegador mantiene un diálogo con el papel” (Akira Yoshizawa)
El artista trata de expresar una emoción a través del plegado de papel.
No se trata tanto de conseguir un parecido con la realidad sino de una evocación.
Aquí las cualidades de sensualidad y emoción buscan la “esencia” del modelo.
Aparecen los pliegues arbitrarios o temperamentales.
El conocimiento de las características del papel utilizado es fundamental.
El iniciador histórico de esta tendencia es ni más ni menos que el padre de la papiroflexia moderna, el japonés Akira Yoshizawa, el primero que trató de encerrar en una figura de papel la esencia de una mariposa, un cisne, una flor…
Plegado Escultórico
El papel expresándose volumétricamente gracias a un conocimiento preciso de sus características y propiedades que le permitan mantener formas y volúmenes por medio de redondeos y contraredondeos, pliegues y contrapliegues y todo con la máxima de solo plegar.
Entre los artistas más innovadores en esta tendencia cabe señalar a Eric Joisel (1956-2010).
Plegado Geométrico
Una estudiada, precisa, laboriosa e intrincada serie de pliegues monte y valle transforman el plano bidimensional en una estructura tridimensional.
La memoria del pliegue y la tersura del papel consiguen que desde el plano inicial muchos modelos puedan armarse con un gesto más o menos simple.
Muchos de ellos presentan una capacidad metamórfica. Un mismo modelo puede adoptar varias disposiciones espaciales según las distintas tensiones a que se someta.
Puede utilizarse tanto para el plisado de tela como para el plegado, transporte y desplegado de telescopios o paneles solares de satélites.
El mismo sistema de pliegues geométricos y rigurosos consigue un plegado con una estructura interna que, aprovechando la translucidez del papel, da al resultado final un aspecto de teselado. Teselado contradictorio ya que realmente está realizado con una sola pieza.
Plegado Hiperrealista
Con un diseño, plan y meta preconcebidos y llevando el papel a sus límites fléxicos y geométricos, se busca el máximo realismo y el detallismo exhaustivo. Todo ello, en lo posible, sin sacrificar la expresividad. Uno de los campos preferidos de esta tendencia es el plegado de figuras con forma de insectos, animales pequeños o vegetales. El ideal que se persigue es que un hipotético observador pudiera confundirlo con un animal o vegetal reales. Durante los años 80 y 90 se inició una desenfrenada carrera entre los plegadores adictos a esta tendencia, por ver quién conseguía el máximo de puntas a partir de un solo papel. Pronto se superó el desafío clásico de obtener un cuadrúpedo ortodoxo, y surgieron manos con dedos, insectos con alas y antenas, animales con cuerpos cerrados (sin la típica abertura en la panza, propia del plegado tradicional), y muchos otros logros sorprendentes.
Plegado Modular
Con plegados fijos se obtienen una o varias piezas que repetidas, a modo de ladrillos, y convenientemente ensambladas, forman un todo, el modelo buscado.
Explotando las características del papel, las piezas adecuadas y el entramado correcto, se pueden realizar estructuras de un tamaño considerable, prácticamente arquitectónico.
Algunos módulos únicos pueden utilizarse para realizar modelos diversos, muy distintos entre sí.
Hay modelos que suman varios cientos de miles de módulos, que pueden ser bien de papel convencional, como estar hechos a partir de billetes, tiques o incluso láminas de plástico flexible.
El plegado modular está despertando el interés de otras disciplinas como la arquitectura, el diseño y la ingeniería.
Plegado Orgánico
Es el que tiene como meta producir modelos que siguen los patrones de la biología.
Esta tendencia fue iniciada por el CRIMP, centro francés de investigación liderado por el artista Vincent Floderer.
El plegado orgánico rechaza los valores ortodoxos de la simetría y la geometría clásica, para conseguir, mediante lo que se conoce como froissage, o arrugado, que los modelos aludan, a veces con precisión, a veces vagamente, a texturas propias de formas geológicas o biológicas.
Uno de los modelos más característicos de esta tendencia es el ovni, el origami volante no identificado, una especie de globo de papel provisto de una especie de cilios o puntas.
Mi agradecimiento a la Escuela Museo Origami Zaragoza -EMOZ- por la información facilitada y por todas las facilidades dadas
Enlaces relacionados:
http://www.emoz.es/